Buscadores de riqueza, ilusos o constructores?

Después del filtro de las primeras semanas o meses, de ese nutrido grupo solo van quedando los que están dispuestos a pagar el precio de conseguir riqueza y saben que nada se obtiene sin dar algo equivalente. Aquellos que están dispuestos a ser constructores de riqueza y no esperan que ésta llegue mágicamente caída del cielo.
Los primeros ansían que un día al despertar, el dinero en sus bolsillos o en sus cuentas bancarias y su inventario de bienes hayan crecido sin explicación alguna, ellos no están dispuestos a pagar el precio de la riqueza.
Ellos no trabajan ni en ellos mismos ni en su negocio, encuentran constantemente excusas para todo y finalmente suelen abandonar la oportunidad ante la menor muestra de adversidad o quedarse eternamente sin construir ni un solo resultado, simplemente esperando que algo mágico pase y la riqueza les llegue.
Por otro lado, el segundo grupo (más pequeño por supuesto), sabe valorar la oportunidad que se presenta, está dispuesto a aprender, a trabajar, a esforzarse, a ser persistente y perseverante, a dedicar tiempo, dinero y esfuerzo a la
construcción de algo sólido y duradero. Ellos son soñadores también pero sus sueños están acompañados por la visión, la planificación y la acción constante; confían en que si otros lo han logrado, no existe la opción de que ellos no lo logren así que no importa cuanto tiempo les tome, alcanzan el éxito invariablemente.
Todos pueden integrar un grupo o el otro, está en ti la decisión que te ubicará en el 95% de las personas sin resultados o en el 5% de quienes hacen realidad sus sueños.